1.16.2012

Medios: El 2012 se inicia de la peor manera

En los primeros 15 días del año ya se registraron cinco muertes de reporteros en diferentes partes del mundo. La media arroja que un periodista fallece cada tres días.

EL DEBER/ Freddy Lacio F.

La crónica roja en el mundo se nutre muy a menudo con la muerte de los periodistas y este año que recién comienza no parece ser la excepción. Cuando apenas van 15 días de 2012, ya se han registrado cinco fallecimientos de reporteros, lo que arroja una media de una muerte cada tres días.El lunes 2 de enero, el periodista belga Michael Cornette, especialista del área automotriz del diario Krant van West Vlaanderen, falleció cuando el conductor de un vehículo perdió el control y se estrelló contra un silo, durante una prueba de conducción. Las autoridades locales atribuyeron el accidente al exceso de velocidad.A menos de 24 horas del suceso, el periodista sirio Shukri Abu el-Burghol murió al recibir un disparo en el ojo cuando preparaba un informe para la estación de radio donde trabajaba. El ataque se produjo en su domicilio, en Damasco. Los móviles del hecho no han sido establecidos, pero El-Burghol es considerado el primer periodista asesinado en 2012.El jueves 5, Christopher Guarin, conductor de un programa en la radio Mindanao y editor de un periódico local en la ciudad de General Santos, en Filipinas, fue asesinado por hombres armados no identificados que se movilizaban en una motocicleta, mientras el hombre de prensa conducía su automóvil de regreso a casa, acompañado de su esposa y su hija.Al escuchar los disparos, Guarin descendió del vehículo para evitar que algo malo le ocurra a sus familiares. Los asesinos lo persiguieron y le dispararon seis veces.El periodista había recibido poco antes un mensaje en su celular advirtiéndole de que abandone su programa en radio o lo pagaría con la vida.El 12 de enero, el periodista francés Gilles Jacquier murió en la ciudad siria de Homs cuando realizaba la cobertura de las revueltas ciudadanas contra el régimen de ese país.Jacquier se desplazaba en un vehículo junto a otras personas y el motorizado fue alcanzado por una granada propulsada por cohete.El periodista, corresponsal de guerra de la cadena televisiva France 2, tenía amplia trayectoria en la cobertura de conflictos en gran parte del mundo y obtuvo varios reconocimientos a lo largo de su carrera. En el ataque murieron otras siete personas y otro periodista, de un medio holandés, resultó herido.El 12 de enero, Wisut Tangwitthayaporn, editor y propietario del periódico tailandés Phuket, se movilizaba en un automóvil junto con su esposa por una céntrica calle de su ciudad cuando fue interceptado por una motocicleta ocupada por dos sujetos con los rostros cubiertos.Según el informe de la Policía, el ocupante del asiento posterior de la moto abrió fuego y alcanzó a Wisut con dos disparos en el pecho y un tercero en el hombro izquierdo.El periodista falleció horas más tarde por la gravedad de sus heridas.La Policía filipina sospecha que el asesinato puede tener como móvil ciertas denuncias presentadas por Wisut relacionadas con la emisión fraudulenta de títulos de propiedad en la isla, pero es posible que los verdaderos motivos nunca salgan a relucir y tampoco se produzca la detención de los autores, sean materiales o intelectuales.“Los periodistas somos humanos y por tanto susceptibles de ser víctimas de los abusos del poder”, señaló al respecto Ramiro Echazú, secretario ejecutivo de la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia (Cstpb), cuya institución se encuentra preocupada por las constantes agresiones a los periodistas en el país.Echazú recuerda casos emblemáticos, como los de los periodistas que fueron increpados por el presidente Evo Morales en Palacio de Gobierno, o las acometidas verbales en varias ocasiones del alcalde cruceño Percy Fernández a los trabajadores del gremio.A su turno, el periodista Alberto Pérez, ganador del Premio Nacional de Periodismo 2011 en la categoría Televisión, sostiene que es notorio el cambio de actitud de algunas personas cuando llegan al poder. “Antes nos atendían bien. Ahora tenemos temor porque nos insultan o directamente nos agreden”, concluyó.
Agresiones son ataque a democraciaRamiro EchazúEjecutivo de la CstpbDe un tiempo a esta parte es evidente que el trabajo de la prensa es perjudicado, tanto en Latinoamérica como a escala mundial. Cada vez tenemos más casos de periodistas que son intimidados física y sicológicamente.Lamentablemente, las mayores agresiones provienen del ámbito político y especialmente gubernamental. El Gobierno boliviano ve a la prensa como una piedra en el zapato, sin considerar que somos portavoces de la ciudadanía.Los reporteros nos limitamos a ser intermediarios de la información, la que reflejamos de la forma más transparente posible, pero como respuesta recibimos acciones que dañan nuestra dignidad.Creemos que los derechos a la información y a la libre expresión están constitucionalizados en el país, por tanto las agresiones a la prensa son un ataque a la democracia.
Hay menos respeto por el periodistaAlberto PérezPeriodista policial de PATEl trabajo que desarrollan los periodistas en Latinoamérica y Bolivia es de riesgo. En mi caso, la cobertura que hago no solo abarca hechos delictivos comunes, sino además casos de narcotráfico o corrupción. En muchas ocasiones he presenciado y participado de operativos muy riesgosos.Creo que hay muchos periodistas que no se animan a denunciar, a presentar pruebas de hechos de corrupción por miedo a represalias contra su vida. Particularmente, cuando enfrento un caso, siento temor de que busquen desquitarse atentando contra mis seres queridos.Además, la situación empeora, porque mientras el Gobierno diga que somos sus opositores seguirán apareciendo personas que nos recriminen, nos amenacen o nos agredan.Ahora hay menos respeto por el trabajo que desarrollan los periodistas, tanto en Bolivia como en otros países.

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