1.10.2012

¿Cómo organizar el contenido web?

por: Jorge Serrano Cobos http://www.manualdeestilo.com/
Ordenación alfabética, ordenación cronológica, ordenación geográfica, ordenación lógica, ordenación por audiencia, ordenación por tareas, ordenación por probabilidades de uso, ordenación por ránquines de valores, etc. Hay muchos tipos de ordenaciones. Aunque usemos solo uno, nuestro usuario lo agradecerá.
Al clasificar contenidos web, podemos hacerlo por jerarquías, es decir, como una clasificación temática subdividida en clases unas dentro de otras, lo que comúnmente se denomina clasificación padre-hijo. Es decir, un tema puede ser hijo de otro tema, y padre de otro tema, y así indefinidamente.
Dentro de esta forma de organizar información, podemos encontrar algunas variantes:


  • Clasificación monojerárquica: en esta modalidad, los contenidos se clasifican dentro de una sola clase o tema, y solo en uno. Una información solo puede estar dentro de un tema. Un ejemplo sería una taxonomía, término usado para las clasificaciones biológicas (mal usado después en la jerga del desarrollo web), en la que un perro es un animal, pero no puede ser una planta.


  • Clasificación polijerárquica: pongamos el caso de una casa de muñecas. Este producto puede estar alojado dentro de, por ejemplo, la sección de «muñecas» o dentro de la sección «marquetería», o en «miniaturas» Dependerá del tipo de sitio web, de lo que te deje hacer tu gestor de contenidos (content management system) y de lo que los usuarios te estén pidiendo que te decidas por colocar el producto dentro de una u otra, o en todas esas secciones. Pero recuerda que si crees que una casa de muñecas se va a buscar dentro de la sección de «muñecas», pero el 80 % de tus clientes potencialmente interesados en ese producto lo buscan en «marquetería», porque lo que les divierte es construirlas, no lo va a encontrar. Y no encontrar algo es no comprarlo.

No caigamos en el error, muy común, de pensar «pues que utilice el buscador». Los buscadores internos merecen capítulo aparte (o docenas de ellos) y que su algoritmo funcione depende mucho tanto de la tecnología que se use, como del contenido web que lleve inserta cada ficha de producto.
En cualquier caso, estudios de todo tipo nos han ayudado a comprobar que el contenido que está bien clasificado se encuentra mejor, tanto si se accede a él mediante el buscador como si se navega por las categorías organizadas, en este caso, jerárquicamente.
Si se explicitan y separan las razones por las que un mismo ítem, un mismo objeto o contenido web, está dentro de varias categorías, entonces pasamos a hablar de una clasificación facetada. Otro tanto ocurre con las etiquetas o tags y las folksonomías, en las que son los usuarios los que describen los contenidos y quienes conjuntamente proponen formas distintas para que un contenido sea encontrado.
A la hora de diseñar nuestros sistemas de organización de información, deberemos evaluar hasta qué punto el grado de dispersión temática (que una misma cosa pertenezca «a casi todo») que puede resultar del uso de una folksonomía entorpece o ayuda al proceso de recuperación de la información.
Pero si no tenemos personal para clasificar, o el portal es de tipo web 2.0 (en el que es el usuario el que genera el contenido, como ocurre en Flickr, con millones de usuarios describiendo decenas de millones de imágenes), un sistema de este tipo es más escalable y la tasa de error no es tan importante, teniendo en cuenta los beneficios de un sistema en el que solo haya que trabajar en el software, no en los contenidos propiamente dichos.
Por último, y con la popularización de los sistemas de gestión de contenidos, incluso podemos optar por realizar clasificaciones dinámicas, cambiantes en el tiempo, que solo duren unos días o que lo hagan en función de la estacionalidad de las búsquedas. Un ejemplo sencillo sería la sección de noticias o productos destacados que aparecen en la página de inicio, en la que ciertos ítems, por ejemplo juguetes, solo aparecerían en navidades, porque es la época del año en que más se buscan.
REFERENCIAS
Jakob Nielsen.
F-Shaped Pattern For Reading Web Content.
Yusef Hassan Montero y Sergio Ortega Santamaría.
Informe APEI sobre usabilidad.
¿Qué es un blog?
Helen Lippell.
The ABCs of the BBC: A Case Study and Checklist.
List of usability guidelines to check task orientation.
SOBRE EL AUTOR/A
Jorge Serrano Cobos es arquitecto de información, diseñador de interacción, documentalista y especialista en Search Analytics.

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