5.11.2009

Hay 3.000 periodistas llamados por la verdad

Aniversario. En 1938, Germán Busch garantizó los derechos sociales a los periodistas. 71 años después, los obreros de la información siguen luchando por sus derechos y por la democracia.
Este 10 de mayo encuentra a los obreros de la información sumergidos en una aguda crisis producto de sus propios errores y debilidades, de las presiones y de los ataques de los poderes políticos y económicos; sin embargo, a pesar de esos aspectos que hacen más pesadas las jornadas en las calles y en las salas de redacción, la labor de alrededor de 3.000 periodistas que hay en el país, trabajando en 23 medios impresos, 680 radios afiliadas a Asbora y en cerca de 180 estaciones de televisión, acaba siendo una especie de último eslabón que tiene la sociedad boliviana para enterarse de lo que ocurre en el país.
Así lo creen varios periodistas que todos los días salen tras la noticia y también aquellos que están administrando la información o que lo estuvieron en tiempos pasados.
La directora de la Fundación para el Periodismo Boliviano, Amparo Canedo dice, sin reparos, que el periodismo boliviano se encuentra en crisis porque a escala mundial está visto que ya no se puede seguir construyendo agendas diarias, sin tomar en cuenta la opinión de la gente común y, por lo tanto, tampoco puede seguir reflejando sólo la opinión de unos cuantos (casi siempre vinculados con el poder). Además, afirma que la extrema politización y las metidas de pata han ocasionado que la imagen de medios y periodistas tienda a deteriorarse cada vez más, y aunque algunos medios se muestren más responsables que otros, al final todos terminan pagando los platos rotos, porque la gente habla mal sin especificar a cuál se refiere.
Entre las fortalezas, Canedo afirma que una de ellas está vinculada a la disposición de trabajar gran cantidad de horas y al sacrificio de los periodistas. “En el caso de los reporteros buenos, no sólo aprendieron a investigar muy bien, sino que han logrado volcar dichas investigaciones en esquemas narrativos bien logrados”.
Judith Prada, reportera de Gigavisión, divide en dos a los periodistas: los que se esfuerzan por presentar un trabajo competitivo y aquéllos que alimentan el sensacionalismo hasta el punto de pretender pagar los pasajes de avión a la fuente que debe volar de una ciudad a otra, para que ésta le otorgue la primicia.
El ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Prensa de Santa Cruz, Hernán Cabrera, no duda de que el sector está en crisis y rescata como fortalezas de los periodistas el haber estado al frente en estos 26 años de democracia, haberle perdido el miedo al poder, pese a las permanentes acciones del Gobierno y de otras instancias de censura y amedrentamiento.
Rocío Lloret, directora del periódico gratuito Excelsior, añade que hay que aplaudir el que se haya perdido el miedo a cierto tipo de coberturas y que cada vez sean más los que optan por salir del escritorio.

Carlos Flores, jefe de Prensa de Full Tv, dice que las pruebas evidencian que el periodismo no está a la altura de las circunstancias porque, según él, hay muchos que para ganarse el pan comienzan su periplo en la plaza principal, después se dirigen a la Prefectura, se dan una vuelta por el Comité, y luego retornan felices a la redacción, sin haber cuestionado nada. Pero no son todos. José Miguel Sánchez, editor de la revista Tiempo, cree que es valiosa la apertura de nuevos medios con coberturas de profundidad; sin embargo, critica la falta de seguimiento a los temas.
Los entrevistados coinciden en que al margen de las falencias, los periodistas han sido clave para que varios hechos de corrupción salgan a la luz y no se queden guardados en los sótanos de los poderes, como fue, por ejemplo, el caso del escándalo de corrupción en YPFB, que comenzó con el asesinato a finales de enero del empresario Jorge O'Connor, un alto ejecutivo de Catler Uniservice.

La labor periodística en Bolivia se la viene realizando en una coyuntura en la que la tranquilidad de los reporteros se ha visto alterada debido a ataques por parte de diversas fuentes. Según la Asociación Nacional de la Prensa, hubo 165 agresiones a periodistas entre 2008 y 2009.

Internet, un reto y una oportunidad
Las noticias que se difunden en Bolivia pueden ser leídas, escuchadas o vistas en cualquier parte del mundo. Lo que ocurre es que la Internet ha revolucionado el mundo periodístico a tal punto que ya no son sólo los medios tradicionales los que informan, sino que también hay por lo menos 10 diarios exclusivamente digitales y 10.000 blogs que tienen algo que decir cada día sobre lo que ocurre en las calles, en las casas, en los pueblos y en las ciudades del país.
Uno de los pioneros en este campo es Sebastián Molina. Con la autoridad que le da el ser director de www.ahorabolivia.com, afirma que la tecnología ha democratizado la posibilidad de que cualquier persona en el mundo, en caso de tener información relevante, pueda inmediatamente y de manera directa compartirla a nivel global. “Esto sin duda es una gran ayuda para el oficio y sobre todo para los periodistas profesionales, pues las fuentes se han multiplicado exponencialmente y las herramientas digitales han permitido poder explorar en periodismo multiformato (imagen, audio y texto)”, afirma.

Jorge Miranda es el director de www.hoybolivia.com, cuyo eslogan hace referencia a que es el primer diario digital en Bolivia. Miranda recuerda que el medio que dirige nació hace ocho años como un servicio de noticias personalizadas prepago vía correo electrónico. Pero cuatro años después, debido al éxito de lectores y de patrocinadores publicitarios, pusieron en marcha hoybolivia.com. “Tenemos 43.000 suscriptores y 60.000 lectores por día y un equipo de trabajo que ama lo que hace”, asegura.
Miranda afirma que los medios digitales no hacen competencia con los impresos. Ante este boom de la Internet, la periodista y escritora Lupe Cajías coincide con Molina y Miranda de que la tecnología es una importante herramienta y también un reto para darle un uso en beneficio de los lectores.

Momentos clave
El Día del Periodista quedó instituido durante el Gobierno de Germán Busch, en 1938, cuando promulgó un decreto supremo que reivindicó los derechos de los trabajadores de la prensa, relacionados con el seguro de salud y otros beneficios sociales.
El periodismo tiene entre sus valerosos hombres a Antonio Miranda Soliz, que en plena dictadura de Luis García Meza, en la década de los 80, publicó un reportaje en que se denunciaba las irregularidades cometidas por la entonces 'junta de comandantes', que entregó a título personal la explotación de las piedras semipreciosas de La Gaiba. La investigación fue resaltada y su autor reconocido con el Premio Iberoamericano de Periodismo EFE, hoy titulado Rey de España.
Fuente: El Deber

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