4.03.2009

'El periodista debe saber del lector'

Entrevista
Carlos Casthilo
Director del Observatorio de Medios de Brasil.
Su per­fil

Agrónomo y periodista. Lleva 40 años ejerciendo el periodismo. Radica el Florianópilis.Sus car­gos • Trabajó en Jornal de Brasil, la red televisiva Globo, fue corresponsal del periódico Público de Portugal y en otras publicaciones internacionales. Ahora es catedrático universitario en Brasil.
“Las agresiones a los periodistas son naturales e inevitables, pero de ninguna manera son justificables.

Cambió la agronomía por el periodismo en 1968. En más de 40 años de ejercicio profesional ocupó todos los cargos en un periódico, menos el del dueño. Carlos Casthilo, director del observatorio de medios de Brasil, tiene autoridad para hablar del oficio periodística y la capacidad suficiente para hacer un reflexión de la realidad mediática en Latinoamérica.Vino a participar en el V seminario de la Asociación Boliviana de Carreras de Comunicación Social y Jornada Latinoamericana de Observación Mediática que se realizó en la Universidad "Domingo Savio" con el lema periodismo: pasión y servicio. Y en uno de sus momentos de descanso aceptó hablar con El Nuevo Día.
Crecen las denuncias de agresiones a periodistas en América Latina, ¿por qué?
Las agresiones a periodistas tiene que ver con el desarrollo de la prensa. Hoy la prensa es mucho más grande que hace unos cuantos años. El progreso de los países, el aumento de las poblaciones urbanas, el incremento de la circulación de periódicos, la multiplicación de las radioemisoras y los canales de televisión y la aparición de la Internet amplificó la actuación de los periodistas.
¿No tendrá también que ver los intereses?
Sin duda. De ahí que las agresiones pueden ser hasta naturales, no quiere decir que sean justificables, pero inevitables. Donde hayan conflictos de intereses, sean políticos, económicos e incluso deportivos ya hubo agresiones a periodistas. Esto debe preocupar porque es un fenómeno en ascenso y hay que discutir por qué ocurren. No soy muy adepto a los reglamentos ni a decir esto o aquello no se puede hacer. Las situaciones son cambiantes y distintas, lo que hace imposible tener una norma única capaz de resolver todos los problemas.
¿Esto obliga a cambiar la forma de hacer periodismo?
Claro. En términos teóricos la misión pública del periodismo es una cosa, pero en términos prácticos es diferente. Hay que aceptar que en un tiempo el periodismo se transformó en una industria productora de información y que cuando esta industria produce información en masa no atiende los intereses particulares del público. La necesidad de sobrevivir y de ampliar el público lector obligó a diversificarse para atender nichos de público lector.
¿Le asusta, lo crítica o qué opinión tiene sobre el periodismo amarillista?
Existe en todas partes y es algo histórico. Creo que deberíamos ver por qué este tipo de periodismo crece tanto. Para mi usa un lenguaje más comprensible para el lector de bajo nivel económico, mientras que los periódicos tradicionales y conservadores tienen un estilo de escritura dirigida a los dirigentes o líderes. De ahí que es natural que un obrero prefiera leer un periódico popular que además regalan hasta cuchillos, un recurso válido para incrementar ventas.
¿Entonces hay una nueva misión del periodista?
Creo que el patrón periodístico está cambiando porque la publicidad ya no es más cautiva de los periódicos. Hasta hace muy poco tiempo el periodista trabajaba básicamente para la empresa y el público no importaba mucho, ahora periodistas y empresas empiezan a preocuparse seriamente por el público. La gran preocupación ahora es el lector. Entiéndase bien que saber más de los lectores no es una tarea de las jefaturas de los periódicos, sino una obligación como profesionales para tener más sustento al momento de escribir.
Los medios dedican grandes coberturas a Hugo Chávez, Carlos Correa, Evo Morales, Lula...
No me preocupa que lleguen este tipo de gobernantes, el problema es saber por qué ocurre. En principio las evidencias señalan que hay cansancio y agotamiento de las élites políticas tradicionales. No olvidemos que la política es siempre un proceso pendular que sale de un extremo y va a otro extremo, la ola de regímenes populistas y demagogos están asociados con la ruptura de los esquemas tradicionales de poder, aunque se debe aclarar que las manifestaciones son diferentes de un país a otro. Lula no es igual (Hugo) a Chávez y Chávez no es igual a Evo Morales.
Es optimista con el periodismo
Es difícil decir si estamos bien o mal, lo importante es que caminos y aprendemos con los errores y los excesos que se cometen. Toda la relación que la prensa tiene con el Gobierno y los organismos que ofrecen información en cualquier parte del mundo cambió.

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