6.25.2014

¡Es Costa RICA! ¡Qué quede claro!

Artículo de Germán Retana sobre la actuación de Los Ticos en el Mundial de Fútbol 2014. Su pesente en los octavos de final es una consecuencia del trabajo en equipo y no de la casualidad

El respeto en una competencia se gana con un presente de resultados, máximo esfuerzo, humildad y compromiso, no con el pasado ni con nombres famosos. Un presente de trabajo, de trascendencia al creer en lo nuestro y dejar de lado todo estorbo mental. El atrevimiento consiste en ser mejores que nosotros mismos, en situar la mente en una imagen de éxito, sin admitir la más mínima duda de la capacidad para convertir el sueño en realidad. Para algunos esto es poesía, pero para quienes lo logran significa lágrimas de éxtasis al cosechar el fruto de esfuerzos supremos. Quienes lo hemos vivido alguna vez, sabemos que se siente, es indescriptible.
 
En uno de los países rivales en el Mundial de Brasil se tildó a Costa Rica de "Costa Pobre". ¡Gracias! Sí. Gracias porque cuando te tocan lo más profundo de tu ser te enardecen aún más y la garra se duplica. Pobre es quien vive de la renta de una imagen que no es capaz de validar con su trabajo, quien deja de vencerse a sí mismo por creerse superior. Las últimas líneas de nuestro Himno Nacional dicen "¡Vivan siempre el trabajo y la paz!" Los seleccionados tomaron un anhelo como eje de su labor: trascender. Y saben que lo logran sudando en cada entrenamiento, jugando para el equipo y siendo disciplinados en cada movimiento para que el mismo esté alineado con la estrategia del cuerpo técnico; tal como sucede en todas las empresas ganadoras.
 
Costa Rica, de la mano de su técnico ha dado una lección: "pequeño es quien piensa o trabaja en pequeño, así de simple." Tres excampeones mundiales contra una ilusión, y se impuso la convicción de pensar y actuar en grande. "El grupo de la muerte", se denominaba, pues Italia, Uruguay e Inglaterra eran los llamados a competir entre ellos frente a un "comodín" que les derrotó. ¿Sorpresa? No, ¡cosecha! Dos excampeones quedaron fuera del Mundial 2014, consecuencia de la osadía de una familia de muchachos que renunció a ser víctima y decidió ser el gran protagonista. ¿Sorpresa? No, ¡trabajo!
 
El poder de la confianza, el premio a la estricta meticulosidad y el apego a una estrategia bien ensayada, son orígenes de la euforia y el éxtasis al ganar. Pero el líder sentencia: "¡Queremos más"! Pinto conoce en detalle a sus jugadores, por eso eleva la barra de nuevo e inspira a ir hacia otra meta jamás lograda y que une aún más al equipo; ellos responden "¿y por qué no?" Celso Borges declaró: "¡Queremos ser inmortales!" Así, será difícil vencer a quien se la cree.
 
El entrenamiento debe ser tan fuerte que la guerra sea el descanso, dijo Winston Churchill a sus tropas. El inagotable entrenador de Costa Rica es un científico del fútbol y le apasiona ofrecer charlas sobre cultura de la ejecución. Se somete a sí mismo a largas jornadas de estudio de los rivales, luego diseña el camino para ganarles. Quienes hemos trabajado con él en un equipo, somos testigos de su exigencia para alcanzar el alto desempeño, de sus intensos  horarios y de su buen humor al degustar varias tazas de café en el momento oportuno. El técnico Jorge Luis Pinto Afanador, es un afanado trabajador y la cosecha le llegó en Brasil. No he cooperado con otro técnico más meticuloso, obsesivo con la excelencia, "terco" con los detalles, ávido ganador, crítico insaciable de sí mismo y maestro de cada jugador para enseñarle llegar a la cima.
 
Los seleccionados responden al reto como una familia, mucho más que como un equipo. Creen en su técnico, en sí mismos y en sus compañeros. Todos son uno. Han escrito una historia con tinta de sudor, y su país les agradece el ejemplo que debe ser seguido por toda persona que quiera trascender, para enriquecer en valores a su nación y empresa, ¡pura vida, qué quede claro!

 

GermanRetana.com, Firma
 

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