6.28.2007

La prensa boliviana vista por un periodista norteamericano

El presidente de Bolivia, Evo Morales, llama a la prensa su "enemigo número uno". Y mientras fomenta la creación de radios comunitarias con apoyo financiero de su homólogo Venezolano, César Chavez, los periodistas se sienten cada vez mas amenazados. Pero como nos dice el periodista James Breiner, un becario Knight del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por sus siglas en inglés), "no hay nada de novedoso en el hecho de que un presidente de cualquier país tenga discrepancias con los medios. Lo que sobresale ante un periodista norteamericano que, en este caso, ha pasado siete meses en el país, es el áspero tono de los ataques y la aprobación tácita y explícita del mandatario de agresiones contra periodistas por movimientos sociales."

El suceso más importante en la historia reciente de Bolivia tuvo lugar en enero 2006 cuando el primer mandatario indígena elegido democráticamente en las Américas se posesionó de la presidencia de la república.
A los extranjeros, muchos aspectos novedosos de Evo Morales les llamaron la atención, incluida su inauguración en el antiguo sitio de la cultura Tiwanaku en indumentaria tradicional. Pero en Bolivia mismo, lo importante fue la promesa de cambio de un sistema desgastado que fue caracterizado por una brecha inmensa entre los ricos y los pobres, una cultura de corrupción, la protección de intereses especiales, y la no provisión de servicios básicos confiables en materia de educación, salud, transporte y seguridad, entre otros.

Desde el principio, el Presidente proclamó sus discrepancias con los medios de comunicación. En su discurso de posesión declaró que “algunos periodistas o periodistas mujeres, permanentemente satanizaron la lucha social; permanentemente nos condenaban con mentiras. Estamos sometidos por algunos periodistas y medios de comunicación a un terrorismo mediático, como si fuéramos animales, como si fuéramos salvajes.” Esta crítica se ha repetido desde ese entonces con sus declaraciones en que afirma que la prensa es su enemigo número uno, llegando inclusive hasta el extremo de la amenaza, supuestamente en broma, que iría a nacionalizar el periódico La Razón, cuyos dueños son españoles, como castigo por publicar lo que él calificó como mentiras.

No hay nada de novedoso en el hecho de que un presidente de cualquier país tenga discrepancias con los medios. Lo que sobresale ante un periodista norteamericano que, en este caso, ha pasado siete meses en el país, es el áspero tono de los ataques y la aprobación tácita y explícita del mandatario de agresiones contra periodistas por movimientos sociales.
En los seis meses desde el diciembre de 2006, 19 periodistas fueron atacados fisicamente mientras hacían su trabajo, y hubo otros incidentes de amenazas, de acuerdo con información de varios medios. Aparentemente, no hay sanciones para una persona que golpea, apedrea o hiere a un periodista boliviano.

Los directores tienen inquietudes
Esta forma de intimidación, que incluye hasta el asedio a la sede de un medio (la emisora televisiva Unitel en Cochabamba en enero), crea un ambiente de temor que les preocupa a los gerentes y directores de los medios de comunicación. En una encuesta casual de algunos altos ejecutivos mediáticos, preguntados sobre el nivel de libertad de prensa en Bolivia en una escala de 1 a 10, con 10 siendo libertad completa, la calificaron entre 5 y 8. Pedro Rivero, director del diario El Deber y ex-presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, califica la libertad como un 5, “por la relación muy tensa entro los medios y el Gobierno.”

No hay censura, pero hay conflicto entre el Gobierno y los medios. Este conflicto ha alcanzado un grado sin precedentes en los 25 años desde la revolución democrática en Bolivia, dice Rivero. “La gente en manifestaciones ha recibido el mensaje que las personas de los medios son sus enemigos, y hay que abuchearlas, bloquearlas, detenerlas,” dijo Rivero. “Es el Presidente que esta señalándolo, y es muy peligroso.” En marzo, un grupo de algunos 200 campesinos rodearon el coche de tres periodistas de La Razón, al que días antes el Presidente Morales había criticado como mentiroso por dos notas publicadas. La turba les insultó, apedreó y amenazó con quemar a los tres periodistas, y los detuvieron por 11 horas antes de permitirlos marcharse. Esta situación le molestó mucho al director de La Razón, Juan Carlos Rocha. El día siguiente, el periódico anunció a sus lectores que “ha tomado la decisión de no cubrir aquellos hechos informativos en los que la integridad de sus periodistas corra peligro y donde el ejercicio periodístico no está garantizado.”

En una entrevista dos meses después de la decisión, Rocha dijo que era “una renuncia muy delicada, muy polémica” dentro del periódico porque el compromiso de los periodistas es cubrir los hechos sin importar el peligro. Para él, la teoría es una cosa, “pero la realidad es más dura.” Todavía La Razón no ha necesitado evitar ningún hecho informativo bajo la nueva política. José Pomacusi, Jefe Nacional de Prensa por Unitel, la red televisiva que lidera en los rating, pone la libertad de prensa en el 6 a 7 por la falta de acceso pleno a las fuentes gubernamentales y por las agresiones a periodistas.

A pesar de los ataques del gobierno a su medio como herramienta de intereses empresariales, Pomacusi dice, “Confio en la inteligencia del público. No me preocupo de que al gobierno no le guste Unitel. La gente nos da un voto de confianza.” Él no prevé una situación parecida a la de Venezuela, donde el Presidente Hugo Chávez, el aliado estrecho del presidente Morales, canceló la licencia de un canal de televisión que él califica como un oponente. “Evo tiene mucho apoyo en los países europeos, y no podría quitar un medio sin animar el rencor de sus amigos europeos,” dijo Pomacusi. “Europa no va a apoyarlo.”
Pero al mismo tiempo el presidente de la república está armando su propia red mediática mediante fondos provistos por el gobierno de Chávez. Casi cada mes el Gobierno anuncia otra nueva emisora radial que forma parte de la Red Patria Nueva, descrita por el gobierno como un medio comunitario para informar y educar a la gente que antes no tenía acceso a medios. Pero hay preocupación que esta red va a convertirse en una herramienta propagandística del Gobierno. Otra señal de las intenciones del Gobierno es el nuevo logotipo de Canal 7, la red televisiva estatal, que sugiere los colores y diseño de la whipala, símbolo de la cultura indígena.

Condición débil financiera de los medios
Desde el punto de vista político, la prensa siempre tiene mucho poder en su capacidad de influenciar al público; es decir a los votantes. Al mismo tiempo, en términos financieros, los medios de comunicación bolivianos parecen muy débiles y muy vulnerables a presión de intereses políticos y empresariales. Ejecutivos mediáticos se quejan de la cantidad de medios que están compitiendo por poco dinero. La fuente de ingresos más importante para los medios es la publicidad. Sin embargo, la torta publicitaria, que es el monto gastado por publicidad por empresas privadas, es pequeñísima.

De acuerdo con un estudio de Equipos Mori, las 194 empresas que más gastan por publicidad en Bolivia pagaron unos $70 millones por el servicio en 2006. Esta cifra misma es inflada porque incluye algún canje en vez de efectivo tangible.
Por comparación, el periódico principal en mi ciudad en Estados Unidos, The Baltimore Sun, tiene ingresos de cuatro veces más que el total de publicidad en Bolivia. Y es un periódico que no está entre los más grandes.
En Bolivia, ese monto de $70 millones se divide entre 20 periódicos diarios; 55 revistas semanarios y publicaciones; seis redes de televisión nacional (160 estaciones de televisión); y 940 radios, de acuerdo con cifras provistas por el Observatorio de los Medios.
Son muy pocos los medios que ganan dinero, dicen ejecutivos mediáticos. Se dice que muchos dueños de medios los usan para proteger o avanzar sus otros intereses empresariales o políticos.

Entre los periódicos grandes, se dice que sólo El Deber y La Razón son rentables, y Unitel entre las emisoras de televisión. Supuestamente el resto apenas logran el equilibrio o pierden dinero. Sin embargo, no están disponibles cifras exactas. Esta situación significa que muchos medios tienen debilidades en términos del número de periodistas contratados, del nivel de preparación de esos periodistas (por los salarios bajos y largos días laborales, muchos periodistas jóvenes abandonan la profesión por carreras más rentables), y de la tecnología disponible en las salas de redacción. Lo que causa otra inquietud es el pequeño número de anunciantes para cada medio.

Cuando un anunciante representa un porcentaje importante de todos los ingresos de un medio, el dueño va a prestar atención a las opiniones de eso cliente. Esta situación es más preocupante cuando se toma en cuenta que el gobierno mismo es un anunciante importante en muchos medios. El gobierno dice que gastó $700.000 por publicidad en los ocho primeros meses de su gestión en 2006, y hay estimaciones que la cifra es mucho más alta. Hasta Unitel, la red televisiva satanizada por el Presidente y su partido, el Movimiento al Socialismo, recibe anuncios del gobierno, aunque Pomacusi dice que eso no constituye un monto significativo para la emisora. No hay casos concretos sobre si otros medios pudieran recibir alguna presión a través del retiro de publicidad por un gobierno que se sienta molestado por la cobertura.

A pesar de todo, buen periodismo
Lo sorprendente es la cantidad de buen periodismo que se puede ver a pesar de estos obstáculos. Realmente, a los ojos de este extranjero, la prensa boliviana, especialmente la prensa impresa, luce capaz y emprendedora. Se puede ver que la prensa ha seguido dando cobertura amplia de muchos temas de interés para el público. Impresionante ha sido la cobertura de hechos de corrupción en la Migración y en la venta de avales para empleos en el Gobierno; de la reducción indebida de salarios de soldados por las autoridades de las Fuerzas Armadas; de los errores e inconsistencias en los contratos petroleros; y del desastre de las inundaciones causadas por El Niño, entre muchos otros temas.

Impresionante también son las fuertes opiniones expresadas en las páginas editoriales que siguen exigiendo altos estándares de ejecución del gobierno y sus funcionarios, y siguen exigiendo altos estándares de la ética y la conducta. Roberto Méndez, editor de la política por el diario El Nuevo Día en Santa Cruz, es un buen ejemplo. Estuvo en el medio del conflicto en Cochabamba en enero entre los movimientos sociales y la policía que estaba intentando proteger las oficinas de la prefectura.

Para evitar las piedras lanzadas por la turba, Méndez debió buscar refugio detrás de un pilar y finalmente fugar a un lugar más seguro. Dos personas murieron y otras decenas fueron heridas durante el conflicto, pero Méndez no se queja del peligro. “Es mi trabajo,” dice. “Es lo que escogí. Los lectores no se interesan en eso,” refiriéndose a los riesgos.

Por su experiencia de 21 años como periodista, ha aprendido cuidarse. Puede describir, por ejemplo, como evitar los efectos del gas lacrimógeno (uno se debe poner en el suelo porque el gas sube). Un periodista debe resguardar el cuerpo, dice, “porque hay una familia, una redacción y un público que depende de él.” A veces, cuidarse significa mantener cierta distancia de los hechos, pero para Méndez, lo que más le molesta de las relaciones actuales entre la prensa y el Gobierno es la falta de acceso a las fuentes y la información.
Sin embargo, este obstáculo no lo impide conseguir su cuota de primicias. Méndez es uno de muchos periodistas bolivianos que sirven bien al público en este momento clave en la historia de Bolivia. Ahora la gente desea que los sistemas y las instituciones desgastadas cambien, aunque no hay acuerdo sobre cómo deben cambiar, y el rol de la prensa en explicar los hechos y las alternativas es cada vez más importante. Parece que, a pesar de muchos desafíos y dificultades que encara la prensa boliviana, aún tiene la capacidad y la voluntad de informar bien a su público.
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James Breiner ha sido presidente y editor del semanario Baltimore Business Journal desde 1995. Anteriormente fue editor del Business First of Columbus (OH) por siete años, en donde ganó premios junto a su equipo por sus reportajes investigativos y su cobertura de temas de negocios.
Para mayor información visite (en inglés) http://www.knight-international.org/27breiner.htm

6.27.2007

Ponen límites a radios rurales, excepto a las del Gobierno

Morales empieza a evidenciar cada vez más, el mismo proyecto que desarrolla Hugo Chávez en Venezuela, censurando a los medios de comunicación social.

El presidente Evo Morales promulgó el Decreto Supremo Nº 29174 que reglamenta la provisión de servicios de telecomunicaciones en áreas rurales del país. Este instrumento dispone restricciones para acceder a frecuencias para radios comunitarias y no afecta a las radioemisoras del Gobierno que fueron inauguradas y poblaciones del país.
Este decreto señala que para obtener licencia para una radio comunitaria, ésta podrá hacerse por iniciativa colectiva o individual y que estará exenta del pago de derechos por la asignación y el uso de frecuencias del espectro electromagnético, así como del pago de tasas de regulación.
¿Qué se entiende por “radios comunitarias”? Gastón Núñez, responsable de la Dirección Nacional de Comunicación, Dinacom, señaló que no es la situación geográfica la que define que una emisora sea comunitaria, sino su función y servicios. “Hace relación al componente social que agrupa a la comunidad como tal y los actores de la comunidad serán los que desarrollen la actividad de producción en una radio. De ahí que una radio comunitaria esté siempre vinculada a los intereses de una comunidad”, explicó.

Núñez también señaló que las radios comerciales o que viven de la publicidad no son comunitarias, por lo tanto no están dentro de la normativa del Decreto. Una comunidad para proponerse encarar una radio comunitaria debe garantizar formas de subsistencia no comerciales -no tiene fin de lucro- para dar curso a su misión social, cultural y educativa, marcos temáticos en que debe regir su programación. Además, ésta debe “abstenerse de transmitir mensajes partidistas o proselitistas de cualquier naturaleza”, establece la norma.

En el artículo 35 parágrafo IV de la citada norma, dispone que no podrán otorgarse licencias de radiodifusión comunitaria a autoridades de cualquiera de los tres poderes del Estado, a dirigentes o representantes de partidos políticos o grupos de electores, de gremios o cámaras, a personas vinculadas a concesionarios de servicios de radiodifusión o emparentadas o cónyuges, o a sacerdotes de cualquier religión.
Esta restricción busca que las instancias señaladas no utilicen los medios para difusión de “mensajes alusivos a un tipo de ideología o religión”, dijo Gastón Núñez. Aseguró que el Decreto no afecta a unas 30 radios comunitarias creadas por el Gobierno porque “las radios de los pueblos originarios se rigen a la Ley de Telecomunicaciones” y porque esos medios “ya no están en manos del Estado, sino que éste hizo la transferencia a organizaciones campesino-indígenas porque en el futuro serán supervisoras y propietarias de las radios”. Las radios del Estado difunden propaganda gubernamental, oficial.

El representante de la Asociación Mundial de Radiodifusión Comunitaria en Bolivia (Amarc), José Luis Aguirre, dijo que se sorprendieron con la promulgación de este decreto, por cuanto el Gobierno envió un proyecto y demandó su opinión. Sin embargo, el decreto salió sin conocer el análisis que se hizo.
Hace unos meses, dirigentes cívicos de Santa Cruz anunciaron su propia red de radios comunitarias, luego de que el Gobierno abrió radioemisoras. Núñez dijo que pueden hacerlo si se rigen a las normas.

Requisitos
Quiénes pueden abrir una radio
• La licencia se obtendrá por iniciativa colectiva o persona individual.
Quiénes no pueden tener licencia • No accederán a una licencia de radio las autoridades del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, dirigentes políticos, personas vinculadas a concesionarios de servicios de radiodifusión, sacerdotes, ministros de cualquier culto o personas jurídicas nacionales, departamentales o municipales o a través de terceros.

Fuente: El Nuevo Día/La Razón

6.20.2007

Jorge Lanata está en Santa Cruz y dará una Conferencia

Este jueves 21 del presente, el periodista argentino Jorge Lanata ofrecerá una conferencia a las 20:30 horas en el Auditorio Martín Cárdenas de la Udabol.
Lanata es un periodista multifacético que se desempeñó en radio, prensa y televisión. Fue fundador del periódico Página 12 y hoy por hoy se desenvuelve como novelista, historiador y guionista.
Gracias a su valiosa trayectoria profesional, Lanata ha recibido el Premio martín Fierro, y el Konex de Plata en su país natal.
Ingreso Libre.

Medios y Responsabilidad Social Empresarial en Bolivia

La Asociación de Periodistas de la ciudad de la Paz, la Fundación AVINA Bolivia y la
Fundación Emprender, en el marco de las actividades del Consejo Boliviano de Responsabilidad
Social Empresarial (COBORSE), se complacen en invitarlo(a) al lanzamiento del libro:
“VENCER PREJUICIOS PARA SUPERAR DESENCUENTROS: Medios y Responsabilidad
Social Empresarial en Bolivia”.
El evento se realizará el día 25 de junio a horas 19:30, en la Asociación de Periodistas
de la ciudad de La Paz, ubicado en Av. 6 de Agosto, No. 2577 Edificio las 2 Torres Piso T (casi
esquina Pinilla).

Favor realizar confirmaciones al correo electrónico:
monica.claure@emprender.org ó
Telf. Cel.: 705 41656

6.06.2007

SIP denuncia estrategia de Bolivia, Ecuador y Venezuela contra la prensa

Según el argentino Ricardo Trotti, director de libertad de prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), los gobiernos de los tres países están tras la misma estrategia para quitarle la credibilidad a los medios, enfrentarlos con la ciudadanía y desprestigiar a ese organismo. "Creo que eso es parte de una estrategia que se lleva a cabo en Ecuador, Venezuela y Bolivia.
Es siempre buscar el antagonismo entre quién es periodista y quién no lo es", dijo al diario El Universo. Trotti señaló que el plan también busca "disipar la atención en los problemas de esos países, polarizar la ciudadanía y de antagonizar con la prensa". "Lo que están buscando los presidentes es mermar la capacidad de confianza del público hacia los medios para que cuando haya una denuncia de corrupción no se le crea mucho", sostuvo. En ese sentido, sugirió a los "medios no caer en el juego, en la diatriba, en el antagonismo y terminar haciendo oposición". "Eso le encanta a ellos y por eso provocan", añadió.

Los gobiernos izquierdistas de Bolivia, Ecuador y Venezuela alientan con diferentes matices el "socialismo del siglo XXI". El sábado el presidente Rafael Correa condicionó la firma del acta de Chapultepec sobre la libertad de expresión a que los medios ecuatorianos "se autorregulen, democraticen y respeten los derechos laborales de los reporteros". Tras enjuiciar por injurias al presidente del diario La Hora por un editorial, Correa señaló que "encantado" suscribirá la declaración si la prensa acepta sus exigencias.

Por su parte, el representante permanente de Venezuela ante la OEA, Jorge Valero, defendió este domingo la decisión de no renovar la concesión a la televisora RCTV, durante un foro con representantes de la sociedad civil, horas antes del inicio de la 37 Asamblea General del organismo en Panamá. "En nuestra legislación no existe la renovación automática de las concesiones", sostuvo Valero. Los propietarios de la televisora venezolana "pretenden establecer el derecho a perpetuidad de las concesiones", esgrimió, señalando al mismo tiempo que la renovación de las concesiones de onda es una "facultad que otorgan los estados soberanos a los usuarios". Valero insistió en que su país presentó un proyecto de resolución a consideración de los cancilleres que participarán en los debates de la Asamblea el lunes, sobre "el derecho a la libertad de pensamiento y la expresión y la importancia de los medios de comunicación social".

El caso de RCTV, cuya licencia no fue renovada y dejó de emitir en televisión abierta el 28 de mayo generando fuertes protestas en las calles de Caracas, se ha instalado como tema predominante en las horas previas al inicio oficial de la reunión de la OEA. Periodistas de la televisora circulan por el recinto donde se realizará la cita de la OEA con camisetas que dicen "El gobierno venezolano nos quiere callar, por pensar diferente". El sábado, organizaciones civiles y periodistas venezolanos y panameños pidieron al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que los países miembros del organismo no se queden con los brazos cruzados ante el cese de transmisiones de Radio Caracas Televisión (RCTV).

Insulza señaló el mismo sábado durante una rueda de prensa que estuvo centrada en el caso del canal venezolano, que hasta el momento ningún país ha presentado a consideración de los cancilleres el tema RCTV. Insulza también aclaró que el proyecto de resolución sobre libertad de expresión que mencionó Valero, que ya fue acordado por los representantes permanentes de los países miembros en Washington, podría ser modificado si así lo decide el pleno de la organización.

Fuente: AFP

6.05.2007

La historia de la semana. Adiós a la fábrica de sueños

El presidente Hugo Chávez afectó por primera vez a sus propios seguidores, los venezolanos más pobres, cuando decidió no renovar la licencia a su fábrica de sueños, Radio Caracas Televisión (RCTV), con alta producción de telenovelas y programas de gran popularidad.“Yo siempre voté por Chávez, pero también veía RCTV”, dijo Adela Velázquez (53), mientras conversaba con cuatro amigas en una cafetería en el barrio Carpintero, de casas precarias de ladrillos colgadas de una ladera, en la barriada de Petare (este de Caracas).

Adela enumera sus programas favoritos: el humorístico Radio Rochela, el de farándula De boca en boca, el de concursos Quién quiere ser millonario. “No me gusta la decisión de Chávez. Yo veía todos sus programas y la nueva televisora (la estatal Tves) no me gusta”.“No le prestaba atención a sus noticieros, me daba igual", dice Adela, en alusión a la línea editorial opositora del canal, cuya extinción dio paso esta semana a una serie de manifestaciones estudiantiles.“Si el país es del pueblo, Chávez debería haber preguntado al pueblo”, añade Denisse Rada (29). “Desde que tenía dos años veía RCTV. Me hace falta. El nuevo canal no lo veo, a lo mejor es cuestión de acostumbrarse”, comentó.

Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, apunta que RCTV tenía su mayor audiencia en los sectores más humildes, que veían “no el noticiero o los programas de opinión, que no estaban en el horario de mayor audiencia, sino la telenovela, los programas de humor y el de mayor audiencia Quién quiere ser millonario”. Cuando RCTV salió del aire, estallaron toques de cacerolas y alarmas en las zonas de clase media, pero también en los barrios populares de Caracas. Juan Pérez (76) dice que en el sector Puerta La Horquilla -también en Petare- se oyen quejas. “Hubo cacerolazos, porque era un canal muy querido”. “Con la salida del aire de RCTV, la gente perdió algo propio”, explica.

Sin embargo, la medida contra RCTV también tiene sus defensores en Petare.Douglas Viana, dueño de una carpintería, justificó la no renovación de la concesión diciendo: “Es como tener un apartamento alquilado y quienes viven allí no cumplen las normas del condominio”.Chávez justificó su medida en que RCTV era una televisora ‘golpista’, que sus telenovelas eran víboras de ‘cascabel’, que los dibujos animados tenían ‘veneno, violencia y sexo’ y que el canal era una amenaza para la niñez venezolana.

La televisión en Venezuela tiene una penetración de más de 90% de la población, según Datanálisis. “En cualquier ranchito hay un televisor, y la selección de qué se veía la había hecho el televidente", dijo León. “Más allá de que en el país hay otros canales, varios de ellos estatales, la selección de los venezolanos se concentraba en RCTV y Venevisión (del grupo Cisneros)”, agregó. El cese de RCTV tendrá costos para Chávez. No es que los sectores populares van a dejar de querer a Chávez. Pero son costos. No se verán en el corto plazo, pero existen y Chávez tendrá que compensarlos.

Fuente: AFP

Rivero fue reelecto en la Asociación de la Prensa

Pedro Rivero Jordán, director ejecutivo de El Deber, fue reelecto por un periodo de dos años como presidente de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), que reúne a los principales periódicos y otros medios impresos del país.
El acto tuvo lugar durante la asamblea general de la entidad, celebrada el miércoles pasado en la sede del diario Los Tiempos de Cochabamba. El directorio, cuya gestión se extenderá hasta 2008, se completa de la siguiente manera: primer vicepresidente, Juan Carlos Rocha (La Razón); segundo vicepresidente, Marco Antonio Dipp (Correo del Sur); tesorera, Graciela Méndez (Opinión); vocales, Fernando Canelas (Los Tiempos); Jorge Melgar (La Palabra) y Eduardo Bowles (El Nuevo Día).
La ceremonia de posesión de los directivos de la ANP tendrá lugar en la ciudad de La Paz en la primera quincena del mes de julio.

Fuente: El Deber

La OPCI posesionó a sus primeras autoridades

En un cóctel realizado en el salón Cabildo del hotel Los Tajibos se llevó a cabo la posesión del primer directorio de la Organización de Periodismo y Comunicación Iberoamericana (OPCI). Julio César Caballero es el secretario general y Gonzalo Torrico el director. En el acto estuvo presente el vicepresidente de la OPCI-España, Héctor Díaz-Bastien.

Dentro del programa, la nóbel organización en Bolivia, firmó un convenio de cooperación interinstitucional con la Asociación de Periodistas de Santa Cruz. El mencionado documento fue firmado por Caballero y por la Asociación, el periodista Daniel Castro.